miércoles, 31 de octubre de 2007

Un boceto de cine (2ª parte)


Una definición inexistente

La pregunta es inevitable. Ante toda esta situación, una historia de montañas y valles y una extinción en las salas de exhibición, sólo cabe intentar dilucidar qué es el cine gallego y dónde se encuentra.
El desacuerdo entre las partes es patente. Estamos ante la industria del audiovisual. Y eso ya es, en sí mismo, polémico. La industria es de los empresarios. El audiovisual es una forma de cultura. Así que hay dos opciones: que cada uno siga por su lado, tirando hasta desgarrar de los dos brazos de una de las niñas bonitas de toda economía, o llegar a un acuerdo y a unos puntos en común.
La verdad es que no están ni en un punto exacto ni en el otro. Es evidente que no llegan a un arreglo, pero tampoco están desgarrando nada. Por una razón, no hubo tiempo. En la Consellería de Industria, en el año 91, no había constancia de que existiera una industria del audiovisual, según nos refiere el catedrático de cine de la Universidad de Santiago de Compostela, Ángel Luis Hueso Montón. La consideración del sector audiovisual como estratégico llegó de la mano de la Lei do audiovisual de 1999, una ley tardía (y aún lo sería más a la hora de aplicar sus condiciones).
Los expertos no se ponen de acuerdo y cada uno tiene diferentes criterios para definir la existencia o no de Un Dorado que parece inalcanzable para muchos.
Una de las bases fundamentales que se establecen es la de carácter más práctico, donde el arte se considera unidimensionalmente como mercancía de negocio. Por lo tanto, habrá cine gallego si existe industria. Independientemente de los productos que se hayan sacado a la luz. En este sentido, hay que destacar que sí hubo una evolución favorable de las empresas que se dedican al cine en nuestro país. Hoy en día rondan las 200, los últimos datos oficiales son del 2003 en los que se refiere que hay 185. Esto representa un aumento considerable, teniendo en cuenta que en 1997 había 69. Pero ni siquiera aquí, con datos objetivos hay acuerdo. Este aumento para unos refiere la existencia de una industria consolidada que representa en sí misma el cine gallego. En cambio, para los otros no significa nada ya que no hay una regularización de la producción y la mayoría de las empresas tienen que diversificar actividades porque no pueden vivir del cine.
En el apartado de la industria hay que hacer mención especial a un criterio decididamente vinculado con este ámbito. Para muchos, la contratación de equipos propios de aquí, con ideas de aquí, sería condición sine quae non para establecer un cine gallego. Incluso los empresarios se defienden remarcando que cine gallego es aquel que crea riqueza para aquí y da trabajo a la gente de aquí. Y ya basta.
Se puede utilizar otro criterio para intentar esclarecer la situación. El uso de la lengua como definidor de un producto gallego. Aquí el acuerdo es muy general. El cine gallego debe ser en gallego, ya que es nuestro factor identitario y diferenciador. Sin embargo, cuando hablamos de cine (por ser industria y cultura) este tipo de criterios son relativos. Y lo son porque chocan con lo anterior. Manolo González, asesor da Consellaría da Cultura y responsable de las subvenciones del 2006, pone un ejemplo de choque entre los dos baremos, que puede resultar muy ilustrativo: hay una película rodada en Mongolia, con actores mongoles que hablan mongol; pero la película es alemana porque son los que ponen el dinero y los medios. De hecho, en el bienio 2001-2002, el 68% de los films gallegos de ese año estaban en gallego. Sin embargo, disminuye muchísimo el número de producciones dobladas para el exterior, un síntoma de que el consumo de nuestro cine fuera de Galicia es casi inexistente.
En cuanto a temática y géneros propios de un cine gallego, hay que decir que son criterios mucho más dispersos. Aquí choca también la cultura con la industria. ¿Hay que buscar una identidad propia o hay que decantarse hacia lo más comercial? Quizás la mejor solución sería conjugar las dos cosas pero el cine hecho en Galicia no se ha mostrado capacitado para realizarlo, salvo en contadas ocasiones. Aunque es esta una situación común a muchos países. Además, el delimitar una temática o unos géneros podría suponer una especie de cortapisa para la libertad creadora de los autores. Pero hay que reivindicar que no sólo de hiperenxebrismo vive el cine gallego. Para poder llegar un público, debe estar enraizado en nosotros pero tener una visión más universal, como indica el profesor Folgar de la Calle. Una evolución que sí es cierto que se fue dando en la producción audiovisual gallega contemporánea, aunque no supuso su equiparación con el planteamiento de otros cines.
Por lo tanto, entre factores culturales y factores económicos se produce un desencuentro que consigue frenar un avance competitivo y de calidad. Y todos culpan a los otros, porque resulta muy difícil que se encuentren en un terreno común que aún todo el mundo desconoce.

--- Continúa el miércoles, 7 de Noviembre ---

martes, 30 de octubre de 2007

Super Mario Art


Unir museo y videojuego no es algo inusual fuera de nuestras fronteras. En 2004 el Kodak Theatre de Los Ángeles estallaba en aplausos tras la presentación de la última versión de Legend of Zelda. Su creador, Shigeru Miyamoto (el padre de Mario), es venerado con religiosa devoción en Japón, su país de origen. En Estados Unidos el mercado se estremece cada vez que una nueva creación de este autor hace su aparición y en Francia ha sido nombrado Caballero de la Orden de las Artes y las Letras.

Este año, la exposición, pionera en España, Tres maestros del videojuego, recorrió la obra de tres genios de esta emergente e innovadora modalidad artística. Junto a Miyamoto, se expusieron obras de John D. Carnack, autor de los motores gráficos de Doom y Quake y de Will Wright, el alma mater de The Sims.

En la exposición, el espectador, además de contemplar las obras, podía interactuar y poner a prueba sus habilidades como conductor de personajes por una realidad virtual.

Los amantes del videojuego esperamos que esta iniciativa del Saló Modernista de la Caixa Sabadell dé el pistoletazo de salida para que los museos del estado español comiencen a interesarse por esta nueva forma de Arte. Sin embargo, nos tememos que las élites intelectuales de este país, demasiado conservadoras, ricas y despreocupadas, como para que un fontanero saltarín comparta espacio, por ejemplo, con un Chillida, harán que esta iniciativa quede en un hecho aislado y que el arte del videojuego quede relegado al underground expositivo.

No sería la primera vez que esto ocurre. En los años 90, la música electrónica pasó por una especie de apogeo del que dio buena cuenta la exposición Lost in Sound realizada por el Centro Galego de Arte Contemporáneo (1999). Una brillante iniciativa que, tristemente, no tuvo continuidad.

Visto lo visto, sólo cabe preguntarse y preguntarle a los expertos en museología de nuestro país por qué es arte contemporáneo objeto del museo sólo aquel que al gran público no le transmite absolutamente nada.

domingo, 28 de octubre de 2007

Piss Christ


Esta imagen ya es un clásico de la posmodernidad. Un icono que emerge en el escenario de la guerra cultural y que dinamita los cimientos ideológicos del conservadurismo político norteamericano de la era Reagan.
Piss Christ (1985), ofende e incomoda a los grupos conservadores, pero gracias a esa perturbación, el autor Andrés Serrano pudo penetrar en el mainstream. Provocó un escándalo sin precedentes en el mundo del arte. Un escándalo del que fueron partícipes senadores estadounidenses republicanos como Alfonso D’amato.
La imagen - a la que esta reproducción no hace justicia, ya que no permite ver el gran tamaño y los colores refulgentes – no es más que un crucifijo de plástico sumergido en orina.
Gracias a Piss Christ, sangre, orina y semen ocuparon un cuerpo destacado en el arte. No es casual que esta polémica fotografía aluda a la religión además de a los fluidos corporales. Cinthya Freeland explica que “los símbolos de dolor y sufrimiento fundamentales en muchas religiones pueden ser escandalosos cuando se les disloca de su comunidad. Si se mezclan con símbolos más seculares su significado se ve amenazado. La obra artística que utiliza sangre u orina entra en la esfera pública sin el contexto de un significado ritual bien conocido ni la redención artística a través de la belleza”.
Aunque la fotografía se hizo utilizando la orina de propio artista, esta no es reconocible como tal. El crucifijo parece envuelto en un aura dorada y misteriosa. Sin embargo, escribe Lucy Lippard, “el título de la obra, transforma este icono cultural fácilmente asimilable en un signo de rebelión o en un objeto repugnante simplemente cambiando el contexto en el que se ve”.
A este respecto, cabe recordar que en el catolicismo se han descrito durante milenios el sufrimiento físico y los fluidos corporales como fuente de energía espiritual. Además en las iglesias se venera sangre y miembros de sus santos y mártires, que en lugar de horrorizar, son venerados con devoción.
Por lo tanto, se comprende que Serrano quería condenar la manera en que la cultura es religiosa de boquilla, pero en realidad no se compromete con los valores de esa religión. De hecho, Serrano afirmó que con esta obra lo que criticaba eran las instituciones religiosas que estaban comercializando y abaratando los iconos cristianos. A fin de cuentas, considera que sus fotografías son “como el trabajo de Luis Buñuel”, la obra de “un católico de sentimientos enfrentados”.
Como siempre ocurre, el tiempo se ha encargado de seleccionar las obras que merecen ser recordadas y ha decidido que Piss Christ sea una manifestación artística incontestable.
A pesar de todo, siempre habrá quien se alinee junto a los que consideran que el arte ha de estar sometido a un conjunto de reglas preestablecidas. Sirva de botón de muestra las palabras del senador Jesse Helms cuando recapituló: “No conozco a Don Andrés Serrano y espero no llegar a conocerlo nunca. Porque no es un artista; es un memo”. Brillante reflexión
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jueves, 25 de octubre de 2007

O éxodo dun anarquista na Galicia da Guerra Civil (2ª parte)


O alzamento

O 18 de xullo de 1936 produciuse o alzamento militar que levaría a España a unha longa noite de pedra. Galicia quedou rapidamente baixo o xugo dos nacionais, e a pouca resistencia que se puido opoñer non acadou éxito algún. Os mozos faístas quedaron no Ferrol, tentando defende-la República. Así o fixo Pepe, e por iso a súa familia non o volvería ver fóra da clandestinidade. En Mugardos, creouse tamén un Comité de Defensa. Requisaron armas da Garda Civil e intentaron varios asaltos. O 23 de xullo, as forzas de artillería chegaban á vila e facían fuxir ós resistentes, tal e como relata o historiador, e estudioso do tema, Carlos F. Velasco Souto. Dous días máis tarde, asasinaban o alcalde, Juan Prieto. Desde ese mesmo día ata o 1939, fusilaron en Mugardos 36 persoas, 28 delas sen sentenza xudicial. Velasco Souto afirma que Mugardos “padecerá unha das represións máis cruentas do período”.O crítico da situación obrigou ós resistentes a botarse ó monte. Pepe e os seus compañeiros de formación escaparon desde Ferrol e movéronse polos montes da bisbarra. A súa familia non sabía nada del, ata que apareceu unha nota baixo a porta. Pepe dicíalles que estaba ben e indicáballes onde se agochaba. Quería comida. Con moito coidado, a súa nai, figurando que ía lava-la roupa, leváballe alimento a unhas matogueiras.

Entrementres, na casa pasaban moitos apuros. Faltaba o xornal dos homes. Esta foi unha situación común durante a Guerra Civil na que “as mulleres tiñan que asumir en solitario a responsabilidade de sacar adiante os fillos e garantir a supervivencia familiar”, segundo Velasco Souto. Por iso, as dúas irmás tiveron que dedicarse ó “estraperlo”. Ían por patacas a Pontedeume e traíanas para vender en Mugardos. Un día, volvendo no tren, decatáronse de que había un control. Pura lémbrase, esta vez, á perfección:“Celia, que era máis lanzada tirouse. Eu non me atrevín e cando chegaron os gardas díxenlles que era para consumo doméstico. Supoño que como me viron moi nena deixáronme pasar”. Cando chegou á estación de Franza, preto de Mugardos, era noite pecha e Pura estaba soa. Conta que tivo que volver por camiños solitarios, en guerra, con 17 anos e cun ataque de ansiedade que lle premía o peito. Días despois, algo tranquilizouna. Apareceu unha nota na casa. Dicía que non se preocupara, que Os Escapados coidaban dela. Di que se puxo contenta porque aínda que o seu irmán maior xa non a levaba a baile nin a defendía ante seus pais, facía algo mellor: coidábaa desde a clandestinidade.

---Continúa o xoves, 1 de novembro---

miércoles, 24 de octubre de 2007

Un boceto de cine (1ª parte)




A casi todo el mundo le gusta asistir al cine a visualizar la gran pantalla. Desconectar de un ritmo estresante y dejar que la magia de los Lumière te lleve a otros lugares. Entonces, abres el periódico por el final. Por esa manía rara que tanta gente comparte. Y miras la cartelera. Hay que seleccionar en la oferta, tenemos (o creemos tener) esa suerte. El primer vistazo nos desvela que todas las películas son extranjeras, salvo una media de un film por sala, aproximadamente. Descubres, entre impresionado y decepcionado, que ciertas películas se repiten constantemente. Las siete grandes distribuidoras se ocupan de que sus copias copen la exhibición. Quieres algo tuyo, pero no te lo dejan ver. No sabes ni siquiera si alguien lo ha hecho.

Hay que salir a la calle, quizás los periódicos mienten. Quizás manipulan para crear la sensación de que tú no existes. Seguro que en el mundo real, lejos de portadas, contraportadas y secciones, hay algo que te pertenece. Y pasas por delante de los cines. Mirando de reojo. Pero son los mismos. Los mismos de siempre.

¿Qué hacer? ¿A dónde acudir? Puede ser que no esté de moda pero lo haya estado en algún momento. Hace tiempo debió haber existido. Intentas hace memoria y resulta que descubres que sólo en contadísimas ocasiones (y eso con suerte) has escuchado decir en la gran pantalla: Xoan, sempre, lingua, noite, bolboreta, lapis…

Miras en libros, en colecciones de periódicos… Y algún titulo te suena, te recuerda a algo: Sempre Xonxa, Fisterra, Continental, Urxa… Y los más pequeños (o no) entienden de bosque animados y noches de San Juan. Algo debe haber. ¿Pero qué?

Viaje en el tiempo

Se nos plantea pues la duda de si un cine nuestro, un cine gallego, haya existido alguna vez. Las “modas”, por llamar de algún modo a las fuertes tendencias que se imponen cíclicamente de un lado a otro del mundo occidental, son fuerzas poderosas. Quizás la moda del cine americano acabó con el propio. Quizás no había nada con lo que acabar.

Que se nos plantee esta duda ya es sintomático de un fallo inherente a todo nuestro mundo cinematográfico. Si hubiera existido, sería casi imposible que no lo conociéramos. Bien es cierto, que contó con su “año de oro”. En 1989 se producen tres largometrajes en Galicia, algo sin precedentes. Estos son Urxa de García Pinal, Sempre Xonxa de Chano Piñeiro, y Continental de Xavier Villaverde. Estos tres largometrajes constituyen la consagración de una política que había comenzado a mediado de los 80 desde la Xunta de Galicia. Estas tres producciones inician una dinámica muy variable. No se puede hablar de una producción regular ni de la industria ni de sus creadores. Es más, ciertamente pocas películas gallegas (no hablamos aquí de coproducciones minoritarias) han pasado por nuestras pantallas desde los años 90. De hecho, hay una prueba muy fácil. En la Consellería de Cultura, hay un lugar donde se almacenan todos los dossiers de las películas gallegas subvencionadas. En los dorsos podíamos leer los nombres de los proyectos. De toda una pared llena de carpetas no conocíamos más de una docena




Gran parte de la producción del resto de los 90 y de los primeros años del 2000 se ha basado en coproducciones minoritarias (si nos fijamos en aquéllas que han alcanzado cierto éxito).

Pero debemos realizar una disociación entre la parte más práctica y la más teórica del audiovisual. En los años 70, al final de la dictadura, comienza a existir una reivindicación del cine gallego. Sin embargo, es ésta una época en que la mayoría de las instituciones y empresarios no quieren saber nada de estos proyectos. En el 1973 se organiza la I Semana de cine de Ourense. Habrá que esperar hasta el siguiente año para que aparezca el primer cortometraje gallego en formato profesional, Retorno a Tagen Ata de Eloi Lozano. Y aún habrá que tener paciencia hasta el año 1980 para que aparezca el primer largometraje de ficción. Sin embargo, debemos destacar aquí que la mayoría de los expertos lo consideran un experimento fallido y prefieren considerar los tres films del año 89.

Hay que tener en cuenta, que si nos remontamos hacia los pioneros del cine, tendremos en Galicia varios ejemplos. Por lo tanto, no es algo nuevo ni desconocido en nuestro país. Una investigación de Folgar de la Calle con José Castro de Paz, y otros historiadores, descubrió que Galicia había sido la cuna del cine español (algo que creó mucha polémica, puesto que las tesis únicas que existían correspondían a que la primera película del estado era “Salida de misa de doce del Pilar de Zaragoza” de Eduardo Gimeno). Según la investigación llevada a cabo por estos historiadores la primera película es “El entierro del general Sánchez Bregua” de José Séller, francés afincado en Galicia.

Y si detenemos un poco la mirada en la primera mitad del siglo (esa primera mitad se debe contar hasta el 36, después no hay nada) veremos cómo había ejemplos, mejores o peores, de la existencia de cine en Galicia. Ejemplos de películas mudas. Ejemplos de directores interesados por las vanguardias cinematográficas como Carlos Velo, José Suárez y Antonio Román, que desarrollaron su trabajo durante la República.

En Galicia había algo, y siguió habiendo algo, pero nunca se supo muy bien lo qué.

(La preparación de todas las partes de este reportaje fue realizada a varias manos. Agradecimientos a ese equipo imprescindible formado con M. y P. -dos grandes coruñeses)

---Continúa el miércoles, 31 de octubre---

viernes, 19 de octubre de 2007

La naturaleza del paisaje


En la Alemania del Sturm und Drang (Tempestad y Empuje), los artistas trataban de expresar sus ideales románticos. Al mismo tiempo, por esas tierras se mantenía un ligero retraso respecto del Neoclásico francés. La yuxtaposición de ambas corrientes, se mantuvo en algunas áreas hasta finales del siglo XIX. Por lo tanto, en Alemania, y en palabras de Klaus Lankheit, “el Neoclasicismo y el Romanticismo deben concebirse en muchos casos como diversos intentos de solución de la misma situación histórica”.

En esta coyuntura, situamos la obra del pintor cortesano Wilhelm Von Kobell, muniqués que pintó aspectos decididamente austeros de la vida en la tierra. Estilísticamente procedía de los holandeses, pero su estancia en París lo llevó a cumplir las exigencias de concisión propugnadas por David. Ambas influencias confluyeron en un lenguaje estilístico absolutamente personal.

En su Vista del lago Tegern de 1833, destaca la renuncia a lo no esencial por un lado y la compilación artificial de elementos por otro. El mundo que aparece es pseudoesquemático, limpio, inundado de sol e intacto. Puro. Es un mundo veraz, no en el sentido de mimesis de la realidad, sino desde una perspectiva intemporal de un orden superior que contiene valores inmortales. Se representa un ideal con alegres pastores que no se cansan de su trabajo. Son, como dijo Goethe, jóvenes “de pocas necesidades y grandes sentimientos”.

Von Kobell renuncia a la perspectiva aérea, la distancia aparece en transparencia. Las figuras aparecen en primer término, teniendo de telón de fondo el lago y las montañas. La claridad compositiva, por otro lado, es extraordinaria y ha de contribuir a que el espectador comprenda esta obra como símbolo de calma eterna.

Estamos pues, ante una realidad total que ha exigido muchas horas de esfuerzo al espíritu del artista antes de ser representada. Antes de establecer una comunión con la naturaleza. Es esto, especialmente, lo que nos lleva a adaptar las palabras del maestro del paisaje Joseph Anton Koch para decir que “quien no haya elaborado en sí mismo la naturaleza a través de largos estudios, podrá (…) ser acaso un buen pintor, pero nunca será un Von Kobell.

jueves, 18 de octubre de 2007

O éxodo dun anarquista na Galicia da Guerra Civil (1ª parte)


Non foi senón ata estes últimos anos cando se empezou a prestar atención ó anarquismo galego. A imaxe prexulgada, herdeira de 40 anos de falacias, falaba tan só de atentados e violencia. Houbo que agardar ata hoxe para que se reivindicase o labor destes homes no eido cultural e sindical. Pepe Castro era anarquista. Nunca foi un heroe, pero a súa historia é testemuña dun tempo e dun ideal.

José Castro Vázquez, “O Casimiro”, morreu en 1945 en Perpignan, Francia. Había 6 anos que vivía no país veciño cando lle deu “ese golpe de sangue”. Contánolo Pura, que aínda que ten 88 anos, segue a falar como a irmá pequena de Pepe. A última vez que o viu, di, foi en maio de 1939. A última vez que o oíu foi tras dunha porta. E logo, logo só as cartas.

Pepe naceu no 1910 e “desde sempre foi así, xa de pequeno, moi botado para adiante”, di Pura.. Residían en Mugardos, a unha ría de distancia de Ferrol. De familia humilde, Pepe gañaba a vida de albanel ata que quedou coxo, nun accidente traballando. Daquela non esixían arneses. A súa militancia política comezou cedo. Pepe, como moitos máis mozos do pobo, pertencía á CNT (Confederación Nacional de Trabajadores). En 1933 foi un dos fundadores na vila do Ateneo Libertario “Naturaleza Consciente”, que chegou a ter 80 socios. Pura lémbrase lixeiramente “Había libros e revistas e podíamos ir ler alí o que quixeramos. Traía moitas para a casa. Unha pena, todo o tivemos que queimar. Unha pena”. Ó pouco, Pepe converteuse tamén nun activista das Juventudes Libertarias, influídas polas ideas da FAI (Federación Anarquista Ibérica). Segundo Eliseo Fernández, historiador e especialista no anarquismo en Ferrolterra, “en Mugardos había (…) un importante núcleo de xóvenes libertarios desde 1933, mais non se constituíron orgánicamente as Juventudes Libertarias até decembro de 1935”. A FAI, ademais de ser clandestina, compartía coas JJLL uns principios máis ortodoxos que os da CNT, sindicato con gran forza no pobo, a pesares de ser Ferrolterra un feudo tradicional da UXT. Durante os anos da República, Pepe desenvolveu unha intensa actividade. Por exemplo, participou na fundación, datada o 15 de abril de 1936, do “Sindicato Único de Oficios Varios de Mugardos y sus Contornos”. Este acta fundacional foi, seguramente, o último documento oficial que firmou. A seguinte firma que se lle coñece vén na parte traseira dunha foto dun campo de refuxiados en Francia.

---Continúa o xoves, 25 de outubro---

Elvis Perkins - While You were Sleeping

Una de las grandes canciones del año.
Incluso Alfred Hitchcock se vería seducido por esta canción tanto como por sus musas rubias.
Bernard Hermann y, sobre todo, el asesino de Janet Leigh - su padre - estarían orgullosos.

martes, 16 de octubre de 2007

JACK


Jack es el personaje principal. Constituye una especie de denominador común a todos los conflictos.
Desde el primer momento, el hecho de ser médico después de un accidente hace de él un líder natural. Y así lo perciben el resto de sus compañeros. Si tuvieramos que poner dos adjetivos a Jack los elegidos serían justo y comprometido.
Nuestro héroe no es perfecto y peca de impulsivo, lo cual lo hace más humano. Su peor vicio es intentar controlar situaciones que no es capaz de dejar aunque lo superen.
Para definirlo, utilizaremos la clasificación de Ph. Hamon, que concibe al personaje como signo. Entre sus categorías habla de los personajes anafóricos, que son los que se caracterizan en base a la relación con los distintos elementos del relato. Será así como clasificaremos a Jack (y a todos los personajes de la serie). Hay tres modos de caracterizar un personaje anafórico: por oposición, por acumulación repetida de rasgos y por estabilidad-evolución.
Definiéndolo por oposición, podríamos afirmar que el contrario de Jack es Locke. Un hombre de Fe contra un hombre de Ciencia. Los presentimientos de Locke en contraposición al carácter del médico. Sin embargo, Jack se define especialmente por la acumulación repetida de rasgos. Supera el miedo, aún convirtiéndolo en obstinación desmedida. Se establece claramente como un líder político en todas sus dimensiones.
Podemos justificar que Jack es un héroe a través de los principios que establece Bal:
"1.- Calificación: información externa sobre la apariencia, la psicología, la motivación y el pasado. 2.- Distribución: el héroe aparece con frecuencia en la historia, su presencia se siente en los momentos importantes de la fábula. 3.- Independencia: el héroe puede salir solo o tener monólogos. 4.- Función: ciertas acciones sólo le competen al héroe (llega a acuerdos, vence enemigos, desenmascara traidores...) 5.- Relaciones: es el que más relaciones mantiene con el resto de los personajes".
Jack cumple una a una todas las características. Bien es cierto que en algunos momentos otros personajes se acercan a esta formulación. De este modo, es posible que la serie desarrolle varias tramas simultáneas, una de sus características más distinguidas.
La conjunción de todos sus rasgos (su sacrificio y su liderazgo junto con su ira y su impulsividad) despiertan la admiración del espectador.
GRAN JACK.

Al principio fue...


Este rincón virtual aún no dio sus primeros pasos. Pero los dará agarrado de varios pares de manos.
Aquí, los muchos y varios escribiremos sobre lo todo y lo bastante. No hay condiciones ni manifiesto alguno que valga para establecer principios sobre lo que hoy comienza, porque no queremos reglas. Todo cabe.
Nos subimos al tren sin saber cuantos acabaremos siendo al final del viaje, pero os mantendremos informados de las horas de partida
Si queréis saber lo que viene después de los anuncios, sólo tenéis que seguir leyendo y seguir visitándonos.
Comienza el viaje.